lunes, 16 de septiembre de 2013

La guerra fría II: De Casablanca a Teherán, construiyendo un nuevo orden.




Después de haber hecho despegar de nuevo este blog, regreso al ring de la divulgación en la red con el ánimo de comenzar el relato, más o menos acertado y lo más completo posible, de la guerra fría. En esta ocasión voy a procurar exponer de la manera más concreta y concisa posible el origen del gélido conflicto político, económico e ideológico que dividió al mundo en dos bloques (occidental y oriental) y que marcaría un antes y un después en la historia de la humanidad.

Siempre que se ha analizado un conflicto se ha buscado su razón de suceder, generalmente se ha echado la vista atrás hasta uno o varios conflictos acontecidos con anterioridad. Por ejemplo, se puede decir con muy poco margen a caer en el error que la segunda guerra mundial es hija no deseada, al menos en parte, de la primera guerra mundial. En el caso de la guerra fría se debe mirar a la segunda guerra mundial, y dentro de esta, al último trienio de la misma. 

La segunda guerra mundial ha sido sin duda el conflicto más destructivo de la historia de la humanidad. Una guerra que se llevó a 50 millones de personas en seis años y un día, desde el ataque a Polonia el primero de septiembre de 1939 hasta la rendición oficial de Japón el dos de septiembre de 1945, una guerra que cambió el mundo para siempre a todos los niveles. Sin duda alguna esta guerra cerró un ciclo histórico marcado por sangrientas guerras y abrió otro nuevo, marcado por guerras mucho menos sangrientas pero más intensas y a nuevas formas de enfrentamiento internacional: guerras económicas, políticas y un largo abanico de nuevos conceptos para nuevas formas de relaciones internacionales, tanto amistosas como hostiles.

A lo largo del año 1943 la segunda guerra mundial da un giro de 180 grados. La hasta ahora invicta y aparentemente invencible Alemania nazi y su imparable Wermacht comienzan su largo declive hacia su derrota. El año comenzaba con la expulsión de italianos y alemanes del norte de África, en Rusia, los alemanes son derrotados en Stalingrado, comenzando así su larga retirada. Durante los meses posteriores el ejército de la URSS iría empujando al ejército alemán hacia las fronteras previas a la guerra. En septiembre, los aliados invaden Italia, y el día 8 de ese mes, Mussolini, el aliado más cercano de Hitler, es desalojado del poder concluyendo con 21 años de dictadura fascista en Italia.

En el pacífico, los marines y la marina norteamericanos marchan de isla en isla y de mar en mar combatiendo a japoneses en tierra, mar y aire, dando lugar a algunas de las batallas más sangrientas de la historia militar. En el continente asiático las dos facciones chinas, los nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Ze Dong resisten al poderoso ejército japonés y al mismo tiempo que luchan unos contra otros. En el sudeste, en Birmania, el ejército británico detiene el avance japonés en la frontera indo-birmana y se prepara para contratacar.

Los cielos de Alemania se oscurecen con las oleadas de bombarderos ingleses y norteamericanos que
desatan la muerte y la destrucción en las ciudades y en la industria alemana noche y día. Y en el atlántico la gran flota de submarinos alemana lentamente va siendo derrotada por las armadas occidentales. La diosa fortuna parece haber apostado finalmente por la victoria de las democracias occidentales y de la URSS.

Vistas estas fulgurantes victorias, los aliados y la URSS comienzan a vislumbrar un final favorable de la contienda por primera vez en 4 años de difícil guerra. Es en este instante cuando empiezan a plantear que ha de encontrarse el mundo una vez salido del oscuro túnel de la guerra y el nazismo. Se presenta ante ellos un reto muy complejo ¿Cómo gestionar un mundo devorado por una guerra que ha cambiado el mundo para siempre? ¿Cómo tratar a los vencidos para evitar una recaída? ¿Qué formulas hay que adoptar para evitar nuevos conflictos? Ante estos nuevos desafíos, aliados y soviéticos comienzan a reunirse en una serie de célebres conferencias que serían decisivas para el futuro del mundo de posguerra. Finalizado el año, la guerra ha cogido un rumbo definitivo hacia el triunfo de las democracias y de la URSS.

La primera conferencia tuvo lugar en la ciudad marroquí de Casablanca en enero de 1943. En ella se reunieron los líderes estadounidenses, británicos y franceses libres, Roosevelt, Churchill y de Gaulle. En ella se proclamó que solo se aceptaría una rendición incondicional de las potencias del eje y se planeó la invasión de Italia y el futuro de la nación transalpina una vez liberado el tumor fascista de Mussolini. 


La siguiente gran conferencia  tuvo lugar en la ciudad de El Cairo finales del mismo año 1943, entre los días 22 y 26 de noviembre. En la capital de Egipto, por aquel entonces protectorado británico, se trató en exclusividad cual sería la situación de Asia, una vez derrotada Japón. El futuro de Asia una vez acabada la contienda, que más adelante procuraré explicar, se presentaba muy compleja. Chiang Kai-shek, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el premier británico, Winston Churchill se reunieron para fijar el futuro de China y de Corea, las cuales se convertirán en dos patatas calientes para ambos bandos durante la guerra fría y de los cuales debatiremos en futuras entradas de este blog. En el caso de la primera que se encontraba en estado de guerra contra Japón desde 1937, le serian restituidos los territorios de Manchuria, región china al norte de Corea ocupada por Japón en 1931 y la isla de Formosa, más conocida como Taiwán, la cual sigue siendo motivo de disputa entre la República Popular de China y el gobierno de la isla. Corea, colonia japonesa desde 1911, se convertiría en una república independiente una vez acabada la guerra. El caso de Corea resulta más importante pues este punto de la conferencia cambiaria totalmente en la posterior conferencia de Potsdam.

Dos días después de la conferencia de El Cairo, el 28 de noviembre de 1943 y en la ciudad de Teherán, por aquel entonces capital del reino de Persia, tuvo lugar la primera de las tres conferencias de líderes aliados más importantes de toda la guerra. Por primera vez en toda la guerra se reunían Roosevelt, Churchill y Stalin, los tres hombres más poderosos del mundo, los líderes de las naciones y de los  ejércitos que combatían y vencían a la Alemania nazi. 
 
Teherán fue sin duda el punto de partida del nuevo orden de posguerra y debate la reformulación del modelo de negociaciones internacionales. En Teherán se acuerda la creación de un organismo internacional de debate y colaboración entre las naciones, se acuerda la creación de un foro de naciones donde se buscaría el entendimiento entre posturas opuestas con el espíritu de evitarle al mundo futuras guerras, en Teherán se acuerda la creación de la Organización de las Naciones Unidas. Sin duda alguna el acuerdo de formar la ONU, acuerdo que quedaría consolidado en la posterior conferencia de Yalta, ha sido es y posiblemente será la mayor victoria de la humanidad. Si bien la ONU no ha podido evitar que naciones sigan enfrentadas, ha sido capaz de sentar a todos o a casi todos los pueblos del mundo, en un mismo espacio de debate donde todos tienen el derecho de voz y voto. También sobre la ONU quiero añadir que le dedicaré una entrada propia, pues su papel durante la guerra fría fue determinante durante todo el desarrollo de la misma.

Junto a esta resolución de crear la ONU se acordaron otros temas muy relacionados a posteriori con ambos bandos y en especial con el bando soviético. Se discutió cual sería el futuro de Polonia, Yugoeslavia y Grecia. En estas tres naciones derrotadas por los nazis existía una enorme división entre partidarios de ambos bandos. En el caso de Polonia y Grecia desde su ocupación territorial tenían gobiernos en el exilio en  Londres y unidades militares colaborando en el esfuerzo de guerra aliado y con guerrillas que hostigaban a los alemanes. Al mismo tiempo en ambas naciones había una importante presencia de guerrillas procomunistas y un gobierno títere formado artificialmente en Moscú. Esta dualidad gubernamental fue motivo de fricción entre occidente y Stalin, ya que ambos se atribuían la legitimidad, unos por ser gobiernos formados después de la ocupación nazi y otros por derecho de conquista del ejército rojo. La resolución de ambos conflictos seria negociada en posteriores negociaciones. El caso de Yugoslavia comparte abundantes similitudes con Polonia y Grecia, dos gobiernos y dos movimientos armados, pero también abundantes diferencias: La guerrilla comunista de Josef Broz, más conocido como Tito, guerreaba al mismo tiempo contra alemanes y contra guerrillas pro occidentales y pro nazis y sería el único país que sería liberado por su propia guerrilla, la de Tito, sin la necesidad de la ayuda exterior. El futuro de estas tres naciones no se vería solucionado hasta después de la guerra y no de la manera negociada entre las naciones victoriosas de la guerra.

Tras Teherán se celebrarían las dos últimas conferencias de las cuales hablaremos más tarde, pues su desarrollo y su desenlace están intrínsecamente ligados al comienzo de la guerra fría pues fueron el verdadero escenario de la gestión del mundo de posguerra, donde se definirán los bandos enfrentados y sus objetivos finales. Pero sin duda alguna cabe mencionar que lo acordado en Casablanca, en El Cairo y sobretodo en Teherán seria determinante para el futuro de la humanidad. Pues serian el punto de partida de un nuevo orden en el cual, a pesar de las posibles diferencias entre naciones, la guerra se convertiría para beneficio de todos en la vía de solución prohibida.

Por último y para terminar quiero querido amigo lector disculparme por dejar para más adelante estas dos últimas conferencias, tan importantes para el devenir del mundo a partir de 1945, pero creo que tanto lo acontecido en Yalta y Potsdam merecen su propio lugar de discusión pues serian realmente el punto de partida del gran tema que discutimos y discutiremos desde aquí hasta el final, la guerra fría.





Una vez más te doy gracias por tomarte la molestia de leer el humilde espacio historiador. Te espero en siguientes entradas.

viernes, 6 de septiembre de 2013

La guerra fría I: Introducción

Desde hace tiempo mis más queridos amigos y amigas, con la intención de evitarme una peligrosa caída en el espantoso mundo del aburrimiento y con ánimo de estimular la que es sin duda la gran pasión de mi vida (la historia), me han incitado a retomar esta compleja actividad de mantener vivo mi viejo y casi olvidado blog. Por este incansable ánimo que han mostrado mis queridos pepitos grillo para que recupere esta arriesgada aventura bloguera, quiero dedicarles la primera entrada de mi resurgir en este complejo mundo de la ciberescritura divulgativa.

Gracias mis muy queridos chicos y chicas, va por vosotros.

Quiero comenzar mi jubiloso renacimiento bloguero con el acontecimiento histórico que más pasión ha desatado en la ya de por sí apasionante andadura universitaria de este humilde y amateur historiador: La guerra fría.

La guerra fría ha sido sin duda la madre de todos los conflictos globales, tanto por su complejidad como por la perdurabilidad de algunos de sus más importantes acontecimientos. 65 años después de su inicio, aún son visibles algunas de las secuelas de la guerra fría en el escenario político global actual: La dos Coreas, el caos postcolonial de África, el conflicto árabe-israelí y sobretodos el papel de "Gendarme político del mundo" que interpreta el vencedor de la guerra fría, Estados Unidos, son, junto con muchos otros, conflictos herederos de una nueva forma de guerra nacida de la traumática, y necesariamente irrepetible, experiencia de la segunda guerra mundial.

"Una paz imposible y una guerra improbable", esta sería una forma simple de definir la guerra fría. Un choche hegemónico de dos colosos antagónicos pujando por dominar la escena mundial. Una larga partida de ajedrez de dimensiones hasta el momento nunca vistas con el mundo como tablero y sus habitantes como piezas de un macabro juego político con el trono del mundo como objetivo. Una guerra total política, económica e ideológica en el que todo vale para debilitar al enemigo.

Un conflicto que cambió el mundo para siempre y cuyos ecos aún resuenan con gran estruendo en el mundo actual.

[Próximamente el episodio II: Los orígenes de la guerra fría]