Después
de haber hecho despegar de nuevo este blog, regreso al ring de la divulgación
en la red con el ánimo de comenzar el relato, más o menos acertado y lo más
completo posible, de la guerra fría. En esta ocasión voy a procurar exponer de
la manera más concreta y concisa posible el origen del gélido conflicto
político, económico e ideológico que dividió al mundo en dos bloques
(occidental y oriental) y que marcaría un antes y un después en la historia de
la humanidad.
Siempre
que se ha analizado un conflicto se ha buscado su razón de suceder,
generalmente se ha echado la vista atrás hasta uno o varios conflictos
acontecidos con anterioridad. Por ejemplo, se puede decir con muy poco margen a
caer en el error que la segunda guerra mundial es hija no deseada, al menos en
parte, de la primera guerra mundial. En el caso de la guerra fría se debe mirar
a la segunda guerra mundial, y dentro de esta, al último trienio de la misma.
La
segunda guerra mundial ha sido sin duda el conflicto más destructivo de la
historia de la humanidad. Una guerra que se llevó a 50 millones de personas en
seis años y un día, desde el ataque a Polonia el primero de septiembre de 1939
hasta la rendición oficial de Japón el dos de septiembre de 1945, una guerra
que cambió el mundo para siempre a todos los niveles. Sin duda alguna esta
guerra cerró un ciclo histórico marcado por sangrientas guerras y abrió otro
nuevo, marcado por guerras mucho menos sangrientas pero más intensas y a nuevas
formas de enfrentamiento internacional: guerras económicas, políticas y un
largo abanico de nuevos conceptos para nuevas formas de relaciones
internacionales, tanto amistosas como hostiles.
En el pacífico, los marines y la marina norteamericanos marchan de isla en isla y de mar en mar combatiendo a japoneses en tierra, mar y aire, dando lugar a algunas de las batallas más sangrientas de la historia militar. En el continente asiático las dos facciones chinas, los nacionalistas de Chiang Kai-shek y los comunistas de Mao Ze Dong resisten al poderoso ejército japonés y al mismo tiempo que luchan unos contra otros. En el sudeste, en Birmania, el ejército británico detiene el avance japonés en la frontera indo-birmana y se prepara para contratacar.
Los cielos de Alemania se oscurecen con las oleadas de bombarderos ingleses y norteamericanos que
desatan la muerte y la destrucción en las ciudades y en la industria alemana noche y día. Y en el atlántico la gran flota de submarinos alemana lentamente va siendo derrotada por las armadas occidentales. La diosa fortuna parece haber apostado finalmente por la victoria de las democracias occidentales y de la URSS.
Vistas estas fulgurantes
victorias, los aliados y la URSS comienzan a vislumbrar un final favorable de
la contienda por primera vez en 4 años de difícil guerra. Es en este instante
cuando empiezan a plantear que ha de encontrarse el mundo una vez salido del
oscuro túnel de la guerra y el nazismo. Se presenta ante ellos un reto muy
complejo ¿Cómo gestionar un mundo devorado por una guerra que ha cambiado el
mundo para siempre? ¿Cómo tratar a los vencidos para evitar una recaída? ¿Qué formulas
hay que adoptar para evitar nuevos conflictos? Ante estos nuevos desafíos,
aliados y soviéticos comienzan a reunirse en una serie de célebres conferencias
que serían decisivas para el futuro del mundo de posguerra. Finalizado el año,
la guerra ha cogido un rumbo definitivo hacia el triunfo de las democracias y
de la URSS.
La primera conferencia tuvo
lugar en la ciudad marroquí de Casablanca en enero de 1943. En ella se
reunieron los líderes estadounidenses, británicos y franceses libres,
Roosevelt, Churchill y de Gaulle. En ella se proclamó que solo se aceptaría una
rendición incondicional de las potencias del eje y se planeó la invasión de
Italia y el futuro de la nación transalpina una vez liberado el tumor fascista
de Mussolini.
La siguiente gran
conferencia tuvo lugar en la ciudad de
El Cairo finales del mismo año 1943, entre los días 22 y 26 de noviembre. En la
capital de Egipto, por aquel entonces protectorado británico, se trató en
exclusividad cual sería la situación de Asia, una vez derrotada Japón. El
futuro de Asia una vez acabada la contienda, que más adelante procuraré explicar,
se presentaba muy compleja. Chiang
Kai-shek, el presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt y el
premier británico, Winston Churchill se
reunieron para fijar el futuro de China y de Corea, las cuales se convertirán en
dos patatas calientes para ambos bandos durante la guerra fría y de los cuales
debatiremos en futuras entradas de este blog. En el caso de la primera que se
encontraba en estado de guerra contra Japón desde 1937, le serian restituidos
los territorios de Manchuria, región china al norte de Corea ocupada por Japón en
1931 y la isla de Formosa, más conocida como Taiwán, la cual sigue siendo
motivo de disputa entre la República Popular de China y el gobierno de la isla.
Corea, colonia japonesa desde 1911, se convertiría en una república
independiente una vez acabada la guerra. El caso de Corea resulta más
importante pues este punto de la conferencia cambiaria totalmente en la
posterior conferencia de Potsdam.
Dos
días después de la conferencia de El Cairo, el 28 de noviembre de 1943 y en la
ciudad de Teherán, por aquel entonces capital del reino de Persia, tuvo lugar
la primera de las tres conferencias de líderes aliados más importantes de toda
la guerra. Por primera vez en toda la guerra se reunían Roosevelt, Churchill y
Stalin, los tres hombres más poderosos del mundo, los líderes de las naciones y
de los ejércitos que combatían y vencían
a la Alemania nazi.
Teherán fue sin duda el punto de partida del nuevo orden de
posguerra y debate la reformulación del modelo de negociaciones
internacionales. En Teherán se acuerda la creación de un organismo
internacional de debate y colaboración entre las naciones, se acuerda la creación
de un foro de naciones donde se buscaría el entendimiento entre posturas
opuestas con el espíritu de evitarle al mundo futuras guerras, en Teherán se
acuerda la creación de la Organización de las Naciones Unidas. Sin duda alguna
el acuerdo de formar la ONU, acuerdo que quedaría consolidado en la posterior
conferencia de Yalta, ha sido es y posiblemente será la mayor victoria de la
humanidad. Si bien la ONU no ha podido evitar que naciones sigan enfrentadas,
ha sido capaz de sentar a todos o a casi todos los pueblos del mundo, en un
mismo espacio de debate donde todos tienen el derecho de voz y voto. También
sobre la ONU quiero añadir que le dedicaré una entrada propia, pues su papel
durante la guerra fría fue determinante durante todo el desarrollo de la misma.
Junto
a esta resolución de crear la ONU se acordaron otros temas muy relacionados a
posteriori con ambos bandos y en especial con el bando soviético. Se discutió
cual sería el futuro de Polonia, Yugoeslavia y Grecia. En estas tres naciones
derrotadas por los nazis existía una enorme división entre partidarios de ambos
bandos. En el caso de Polonia y Grecia desde su ocupación territorial tenían gobiernos
en el exilio en Londres y unidades
militares colaborando en el esfuerzo de guerra aliado y con guerrillas que hostigaban
a los alemanes. Al mismo tiempo en ambas naciones había una importante
presencia de guerrillas procomunistas y un gobierno títere formado
artificialmente en Moscú. Esta dualidad gubernamental fue motivo de fricción
entre occidente y Stalin, ya que ambos se atribuían la legitimidad, unos por
ser gobiernos formados después de la ocupación nazi y otros por derecho de
conquista del ejército rojo. La resolución de ambos conflictos seria negociada
en posteriores negociaciones. El caso de Yugoslavia comparte abundantes
similitudes con Polonia y Grecia, dos gobiernos y dos movimientos armados, pero
también abundantes diferencias: La guerrilla comunista de Josef Broz, más
conocido como Tito, guerreaba al mismo tiempo contra alemanes y contra
guerrillas pro occidentales y pro nazis y sería el único país que sería
liberado por su propia guerrilla, la de Tito, sin la necesidad de la ayuda
exterior. El futuro de estas tres naciones no se vería solucionado hasta después
de la guerra y no de la manera negociada entre las naciones victoriosas de la
guerra.
Tras
Teherán se celebrarían las dos últimas conferencias de las cuales hablaremos más
tarde, pues su desarrollo y su desenlace están intrínsecamente ligados al
comienzo de la guerra fría pues fueron el verdadero escenario de la gestión del
mundo de posguerra, donde se definirán los bandos enfrentados y sus objetivos
finales. Pero sin duda alguna cabe mencionar que lo acordado en Casablanca, en
El Cairo y sobretodo en Teherán seria determinante para el futuro de la
humanidad. Pues serian el punto de partida de un nuevo orden en el cual, a
pesar de las posibles diferencias entre naciones, la guerra se convertiría para
beneficio de todos en la vía de solución prohibida.
Por
último y para terminar quiero querido amigo lector disculparme por dejar para más
adelante estas dos últimas conferencias, tan importantes para el devenir del
mundo a partir de 1945, pero creo que tanto lo acontecido en Yalta y Potsdam
merecen su propio lugar de discusión pues serian realmente el punto de partida
del gran tema que discutimos y discutiremos desde aquí hasta el final, la
guerra fría.
Una
vez más te doy gracias por tomarte la molestia de leer el humilde espacio
historiador. Te espero en siguientes entradas.